EL ARTE DE NEGOCIAR

Desde que el mundo es mundo, siempre a existido la negociación, caso más claro el pactado entre Dios y el hombre, en estos dos personajes, surgió la necesidad de beneficios entre ambas partes, para ilustrarlo, de esta manera, Dios nuestro señor necesitaba de alguien que cuidara de su obra, el paraíso, y por ende creo a Adán quien al estar en maravillosa obra acepto el pacto, beneficiándose así de las maravillas de este edén. En el mundo actual, Los supervisores, directivos o líderes, en las empresas y organizaciones en general, se tienen que enfrentar frecuentemente a la resolución de conflictos que surgen en el seno de sus estructuras, conflictos que tienen su origen en las tentativas de la empresa de organizar su organización, proyectando nuevas asignaciones de trabajo, o en las diferentes distribuciones de los recursos, siempre escasos, o los derivados de la jerarquía de la organización. Lo que si parece claro es que cierto grado de conflicto es inevitable. En estos casos, la negociación se nos presenta como el modo por el que, las dos partes, con intereses aparentemente contrapuestos, intentan acordar un buen fin para todos. Negociar es una actividad diaria, la Universidad de Calidiz la define como:” una conversación entre dos o más personas para conseguir un arreglo de intereses divergentes o un acuerdo mutuo. Por tanto la capacidad de negociación supone una habilidad para crear un ambiente propicio para la colaboración y lograr compromisos duraderos que fortalezcan la relación, en si es la Capacidad de dirigir y controlar una discusión utilizando técnicas, planificando alternativas para negociar los mejores acuerdos. ”http://www.csintranet.org, es importante señalar que la definición anterior menciona dos elementos fundamentales; técnicas y planificación y se le podría añadir, el ambiente como escenario de desarrollo, de igual modos la negociación implica realizar las siguientes actividades:
 
• Preparar y planificar la negociación.
• Establecer una orientación inicial en la negociación y una relación inicial con el otro negociador.
• Establecer las proposiciones iniciales.
• Intercambiar información.
• Acercar las posiciones diferentes.
• Cerrar de la negociación.
 
       De igual modos, persuadir y convencer, son dos puntos claves de una buena negociación, persuadir implica empalizar, persuadir no es engañar a nadie, sino un proceso que tiene como objetivo, modelar, reforzar o directamente cambiar la actitud de la otra parte, a través del modo en el que se presentan las ideas y argumentos. Por otro lado convencer: aquí dependemos de que los argumentos que empleamos sean demostrables. Dominar las técnicas de comunicación, observación y escucha activa; no subestimar ninguna de las partes; crear un clima de no confrontación extrema o de falta de respeto de alguna de las posturas, tener mucha paciencia, y no intentar imponer el punto de vista propio, son otros factores, de los muchos que hay que tener en cuenta al sentarse en una mesa de negociación. Por algo le llaman arte. Para finalizar, en algunos casos, las negociaciones no son siempre efectivas, aquí el tiempo jugara un papel fundamental ya que dependiendo de este se aplicara si cabe dentro de los posible un plan b, es importante manejar información de o los puntos que se estén negociando, no se debe de ir a una mesa de negociación sin tener claros lo que se desea, ya que transmitirá inseguridad y al final esto puede salir caro. En tal sentido, se debe de manejar la información, jugar y aplicar la información según trascurra las conversaciones. Es importante destacar que el que maneje el arte de la negociación posea carisma, para así transmitir de una forma clara y sencilla lo que se desea sin olvidar al su negociador, la idea es ganar y gana, o no es así.

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